HACIENDO NUEVOS AMIGOS DE TODA EUROPA MIENTRAS MEJORAMOS NUESTRAS HABILIDADES DE HABLAR EN PÚBLICO

Hace unas semanas se realizó el intercambio juvenil “Let’s Talk” en Békés, Hungría. El proyecto, organizado por la ONG húngara 21 Days, tuvo lugar del 2 al 10 de septiembre de 2023, y en él participamos 6 españoles de mano de Brisa Intercultural. En el intercambio participaron además Turquía, Bosnia y Herzegovina, Ucrania y Hungría, y el objetivo de éste era mejorar las habilidades de hablar en público de los participantes. Mediante juegos, debates, actividades en grupo y charlas (es decir, mediante la educación no formal), los facilitadores Ábris y Evi hicieron un gran trabajo para enseñarnos no sólo a hablar mejor en público, sino también a mejorar nuestro pensamiento crítico, a trabajar con gente de otras culturas, y a pasarlo bien mientras aprendemos. 

A medida que pasaban los días nos teníamos que enfrentar a charlas más complejas: primero fue hablar en público 1 minuto sin preparación, luego fue hacer una charla sobre un tema que ya habían seleccionado para nosotros, con preparación y durante más tiempo, y como gran evento final, fuimos a un instituto de la ciudad más cercana, Békéscsaba, para enseñarles a los alumnos todo lo que estábamos haciendo y qué es esto del Erasmus+. Según nos contaron sus profesores, ¡a los chavales les encantó y fue todo un éxito! 

Todo el intercambio lo hicimos en un campamento en Békés, rodeados por naturaleza, con bosques, caminos e incluso un río con playa en la que nos podíamos bañar. ¡Fue una localización ideal para un proyecto como este! Y por supuesto, la compañía fue maravillosa: entramos rodeados de 30 desconocidos, y salimos con 30 amigos de todas las puntas de Europa (¡y de fuera también!), éramos una gran familia. 

Here is our participants reflection and impressions:

Como team leader del grupo español, esta ha sido una experiencia inolvidable sin ninguna duda. Me ha hecho crecer como orador (¡le he perdido mucho miedo a hablar en público!) y también como persona, y me he llevado muchos amigos por el camino. Quiero agradecer a 21 Days y a Brisa Intercultural por darnos esta oportunidad, han sido unos días inolvidables que se pasaron volando.

Este proyecto en Békés ha sido una experiencia increíble. Al principio iba con un poco de miedo porque no sabía qué esperar, pero ha cumplido mis expectativas con creces. Las actividades que hemos hecho relacionadas con el habla en público y los debates han sido de gran ayuda, ya que me han permitido mejorar mucho mi expresión en público, perder mis miedos, mejorar mis destrezas y además hacerlo en inglés. Por otro lado, he tenido la oportunidad de conocer a gente de diferentes partes del mundo, lo cual me ha enriquecido mucho como persona. Aprender de sus culturas, sobre ellos y sus países es algo que me ha encantado y que volvería a repetir una y otra vez. Los considero una familia ya y no puedo esperar para poder verlos otra vez. En general, este proyecto ha sido algo que me llevaré para toda la vida y que nunca olvidaré.

Participar en este proyecto ha supuesto una fuente de aprendizaje de muchos tipos diferentes. No sólo hemos trabajado en nuestra capacidad para hablar en público, sintiéndonos más cómodos y preparados para ello; tuvimos la oportunidad de desarrollar nuestras habilidades socioafectivas, ejercer pensamiento creativo y practicar nuestro inglés. Y todo esto, en paralelo a intercambiar experiencias, costumbres y dichos propios de nuestras respectivas culturas. Gracias a las organizaciones implicadas, disfrutamos de un espacio muy cómodo para abrirnos, conocer a otras personas de alrededor de Europa y ser nosotros mismos.

Una experiencia que cambió mi vida ocurrió cuando visité Békéscsaba, una encantadora ciudad en Hungría. Durante mi estancia, tuve la suerte de conocer a personas maravillosas de las que aprendí muchísimo. Su calidez y amabilidad me impresionaron profundamente, y las lecciones que compartieron conmigo sobre la historia y la cultura de Békéscsaba fueron invaluables. A través de sus relatos y su hospitalidad, descubrí la belleza de la ciudad y aprecié la importancia de la conexión humana. Esta experiencia me dejó una huella imborrable, cambiando mi perspectiva y recordándome la importancia de valorar cada momento y a todas las personas que encuentran nuestro camino.

Desde el primer día en Hungría, me sumergí en un ambiente multicultural y amigable. Conocí a jóvenes de diferentes países, lo que me permitió aprender sobre diversas culturas y perspectivas. A lo largo del intercambio, todos juntos desarrollamos habilidades clave, como hablar en público y la comunicación efectiva. Pero lo más significativo fue la amistad que forjé con personas de distintas partes del continente. Establecí conexiones profundas y duraderas que ampliaron mi horizonte y me hicieron sentir parte de una comunidad global. Este intercambio juvenil fue una experiencia enriquecedora que me permitió no solo adquirir soft skills fundamentales, sino también disfrutar de la diversidad cultural y formar amistades valiosas que perdurarán toda la vida.

Salir de tu zona de comfort, irte solo a la aventura y tan lejos de tu círculo puede ser abrumador, pero creo que es una experiencia necesaria. Necesaria para abrir la mente, plantearse puntos de vista en los que uno jamás habías pensado y sentirse más "uno mismo". No tengo palabras para describir este tipo de proyectos; ha sido mi segundo pero en ambos he aprendido más que en años de rutina. Los talleres realizados han sido muy interesantes, proponiendo verdaderos retos que uno no sabía ni cómo plantear, pero acababas consiguiéndolo y el sentimiento de realización personal era súper gratificante. Los talleres han merecido totalmente la pena, sí, pero el conocer distintas culturas, todo tipo de personalidades, trabajar en equipo, los juegos de mesa, salir a perderte por el bosque, comer todos juntos, el sentimiento de que todos éramos como parte de una familia, que podías confiar en cualquiera aún conociéndolos desde hace unos días, las noches interculturales, el Spanish team (cómo no), descubrir lo preciosísima que es Hungría (ya estoy mirando vuelos para volver) e incluso los coffee breaks; han sido tantos los motivos por los que he disfrutado tanto de este proyecto que lo único que puedo hacer es animar a cualquiera a ir a por ello. Estoy segura de que no se van a arrepentir

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