Lo creas o no, el programa Erasmus comenzó en 1987 ( ¡el mismo año que España celebraba su primer cumpleaños como miembro de la Unión Europea! ) y muchos lo tenemos asumido como un elemento normal de la vida universitaria.
Pero, ¿te has planteado de dónde viene el nombre “Erasmus”? o ¿quién fue la primera persona en desarrollar un boceto de lo que se convertiría en uno de los programas estrella de la Unión Europea?
Erasmo de Rotterdam y el inicio del cambio de paradigma
El nombre es lo que se conoce como un retroacrónimo: European Region Action Scheme for the Mobility of University Students (ERASMUS), que en español se traduciría como ‘Plan de Acción de la Comunidad Europea para la Movilidad de Estudiantes Universitarios’ (Realmente existen dudas al respecto pero esta es la versión más aceptada)
El nombre está inspirado en el estilo de vida de Erasmo de Róterdam, famoso por su oposición al dogmatismo, quien viajó por diferentes universidades europeas con el fin de ampliar su conocimiento y sus experiencias.
Erasmo estaba en contra del sistema de aprendizaje vigente en su época: se oponía a que la enseñanza se basará en el castigo y en el miedo. Además, señalaba como punto más enriquecedor de la educación la conversación entre el maestro y el alumno, buscando el crecimiento humano a través del intercambio de ideas.
Mamma Erasmus
La lucha que de alguna manera comenzó Erasmo fue continuada siglos más tarde, en 1958, gracias a la profesora italiana Sofia Corradi.
Corradi acabó sus estudios universitarios cursando un Máster en la universidad de Columbia, Nueva York, a la que pudo acudir gracias a una beca de intercambio.
Sin embargo una vez de vuelta en Italia, su universidad se negó a convalidar los exámenes que allí había hecho. Incluso la trataron de forma despectiva al considerar que “estudiantes que se iban al extranjero y volvían contaminaban la cultura del país”
Corradi se decidió entonces a buscar firmas por decenas de despachos para conseguir la compatibilidad de estudios en el mundo. Y no solo eso sino que, al haber experimentado en primera persona el cambio profundo y positivo que supone un intercambio cultural, empezó a idear un plan que sentaría el germen para lo que posteriormente se convertiría en el programa erasmus.
Lo presentó en 1969 en una reunión de la Asamblea General de Rectores de las Comunidades Europeas, cuyo objetivo era promover y facilitar la cooperación entre las universidades de los Estados miembros. Este plan aunque no se puso en marcha inmediatamente, es lo que le ha ganado el apodo de “mamá erasmus”
El proto-programa erasmus
No fue hasta 1981 que la Comisión Europea se puso a trabajar en el desarrollo de un programa piloto de intercambio de estudiantes que se mantuvo en funcionamiento hasta el año 1986.
Tras algún que otro altibajo (como la reticencia de países que ya tenían sus propios programas de intercambio por ejemplo Alemania, Francia o Reino Unido) el programa Erasmus fue adoptado de manera oficial el 1 de Julio de 1987.
Los objetivos con los que nació el programa fueron, entre otros,
- aumentar el número de estudiantes universitarios que cursan estudios en otro Estado miembro
- promover la cooperación entre las universidades europeas
- reforzar las relaciones entre los ciudadanos de los diferentes Estados miembros.
Los primeros años del programa
Durante su primer año, el programa Erasmus involucró a once Estados miembros: Bélgica, Dinamarca, Alemania, Grecia, Francia, Irlanda, Italia, Países Bajos, Portugal, España y Reino Unido. Un total de 3.244 estudiantes participaron en ese primer año.
Los primeros estudiantes españoles en irse de Erasmus lo hicieron en 1988. Uno de ellos fue Pedro Vidal-Aragón, que cuenta su experiencia en este video de facebook
Cada año eran más los estudiantes y los docentes que se beneficiaban del programa y en el año 2002 se alcanzó la cifra del millón de estudiantes Erasmus en total desde que comenzase el proyecto en 1987.
Internacionalización de la enseñanza Europea: llega Erasmus+
Paralelamente a la evolución del Erasmus, el 5 de diciembre de 2003 se le sumó otro programa similar: Erasmus Mundus orientado a extender la educación europea más allá de las fronteras del continente.
Debido a la popularidad de ambos programas, en 2013 el Parlamento Europeo aprobó su expansión, y pasaría a llamarse Erasmus+ (pronunciado “erasmus plus”)
Con el objetivo de promover los valores europeos establecidos en el Tratado de la Unión Europea y de contribuir al desarrollo sostenible de la educación superior con los países asociados, este nuevo programa englobó diferentes iniciativas que tenían que ver con los campos de educación, formación, juventud y deporte y se convirtió en un programa paraguas disponible en casi la totalidad de los países del mundo.
Más de 10 millones de europeos han participado en las últimas tres décadas en el programa de intercambio de estudiantes Erasmus, según los datos facilitados por la Comisión Europea (CE) en el informe anual de 2018.