¿Buscas una manera natural de mantener protegido y sano tu huerto? En este video te mostramos cómo preparar un purín de ortigas, que te servirá tanto de plaguicida cómo de fertilizante.
Utilizar un purín de ortigas en tu huerto tiene múltiples beneficios: activa el crecimiento de las plantas, acelera la actividad de los microorganismos, hace que las plantas crezcan más fuertes y, como hemos mencionado antes, funciona de repelente. Puedes leer más sobre las ventajas del purín de ortigas en el blog de Planeta Huerto
¿Cómo se hace?
La mezcla se prepara con tan sólo dos ingredientes: ortigas y agua (increible, ¿no?). Las proporciones son una parte de ortigas por diez partes de agua. Es importante que el agua que uses sea de lluvia ya que el agua de grifo contiene cloruros que inhiben la acción de las bacterias.
Una vez hecha, remueve la mezcla y tapa el bidón para evitar la entrada de impurezas, pero hazlo de forma NO hermética para que pueda entrar el oxígeno. Es también importante que uses un palo y un bidón que NO sean de metal (el óxido impediría la acción las bacterias). Guarda el bidón en un lugar fresco, seco y apartado porque la mezcla puede generar malos olores.
Deja la mezcla macerando durante tres o cuatro días (removiéndola todos los días), una vez pasado este tiempo podrás empezar a usarla como repelente de plagas.
Tras dos semanas, las bacterias ya han consumido toda la materia y empiezan a consumir el nitrógeno -podrás apreciar esto por la ausencia de burbujas en el purín)- y puedes empezar a usar el purín como fertilizante para tus cultivos. Para ello mezcla tu purín con agua en una proporción de 1:10.
¡Animate y haz tu propio purínde ortigas! Y de paso, si lo haces, cuentanoslo. Puedes hacerlo etiquetandonos en instagram @Brisaintercultural 🙂